Edición 2018

Puedo percibir a mi ser fluyendo como el agua. Algunas veces como el agua en calma, otras arremetiendo como una

Abrió los ojos. Se tapó como pudo con la ropa que estaba por el suelo, rasgada. Se secó la piel,

Su padre alardeaba de ser tan hombre, que daba golpes hasta dormido; tumbado en la cama balbuceaba incoherencias y lanzaba

Siempre, he creído en príncipes azules. En que con un chico guapo, de ojos claros, pelazo, que se cuide, sería

Ella no me gusta, deseo lo que hay más allá. Un día logro meter mano debajo del jean, rozar la

Soy una mujer adulta, y demoré 41 años en sacarme el asco, el enojo y el dolor de encima. Tardé

Todas las noches vuelvo a mi refugio favorito, mi cama, mi lugar solitario de calma, donde no echo de menos

¿Puedes escuchar el ruido? Se me han caído la culpa y las vergüenzas que cubrían mi carne, mis huesos y

Tantas noches de desamparo y tanta seguridad de que, al mismo tiempo, el cobijo que me han dado es peor

En realidad no sé cómo empezar a contar mi historia…pero la tengo grabada en la piel por si algún día

Tengo pocos años, seis o siete, es media noche, se escucha un gran alboroto que nos despierta. Mi madre solloza,

Venía todo los días con la misma bufanda, lentes oscuros y siempre cubriendo la mayoría de su cuerpo. Siempre callada,

A la mañana siguiente la decisión estaba tomada pero no por ella. No había nada que hacer, el régimen patriarcal

Cruzamos la avenida con miedo, agarradas de la mano. Con miedo a que alguien nos haya visto escapar. Corrimos cuanto

“Entre llantos, noches de soledad, paredes silentes, y guardias hostiles. Cumplió su sentencia, llevándose además de su ropa vieja, cicatrices

Soy niña, pero no valgo. Juego, pero no al fútbol. Respondo, pero soy ignorada. Levanto la mano, pero soy desvalorizada.

Abrí al amanecer para que entrara el sol y entró la lluvia sin permiso. Fui a cerrar, pero un torrente

A Graciela la violó su tío paterno cuando tenía ocho años; y no dijo nada. A Graciela la violó y

Y allí estaba yo, por fin me hallaba surcando la mar brava tal y como había soñado desde niña. Recuerdo

Viniste a España con 2 años. Tu madre te enseña a orar y a hacer el ramadán. Tu padre trabaja

Tuve un sueño, un sueño de color rosa, todo era frescura, alegría y ganas de emprender un proyecto común en

Son fechas tan señaladas Que no quisiera ni acordarme Que algún día recordara, las palabras de mi madre Pero llegó

Siempre en contra de cualquier tipo de violencia, en este caso contra la violencia de género; por ser hombre o

¿Cuántas veces puede uno morir? Mi cuerpo lleno de cicatrices agoniza cada vez que aquella mano ajena me toca, cada

Temblaba como si la tierra se agitara y su cuerpo parecía un triste jardín de flores azuladas. Abrí la puerta

-Esto que veis aquí es un cuchillo. Si hacéis lo que os digo, no os pasará nada. Miré el cuchillo.

Quien profana un cuerpo Contamina una vida. Bestia feroz de alma muerta Piensa que aquel útero Que dio la vida

Vivía en una prisión. Había perdido mi autoestima. Aunque sería más justo decir que me la quitó justificando que era

Las nubes cubren mi alma lacerada por el tiempo, al recordar tu mirada clavada en el portal. Intento olvidar la

Ahora sé que la calle es de todos y no de todas. Nadie me advirtió de eso. Me llamo Elena,

Su mirada vigilando mi vida. No levanto mis ojos, no pronuncio palabra alguna, no respiro, no vivo. Sólo siento miedo.

Me miró con esa nariz tumefacta, bulbosa, encendida por el alcohol. Los párpados al derrumbe. “Ven aquí, pequeña mía”, tirándome

Él la miró y por primera vez sintió lo que era amar. Nunca había notado que su corazón latiera más

Juan ni se imagina la historia de la joven sentada a su lado en el autobús, quien no deja de

El conserje del edificio saluda a Lucía como todas las mañanas. La observa alejarse calle abajo, sin saber que hoy

Él era mi segundo marido, más joven y extranjero, yo le mantenía y le compraba ropa, viví junto a él

“Se te ve que eres feliz” me dijo. En ese momento quise llorar, gritarle y escapar muy lejos. Pero sonreí

¿Sabes lo que es que te derritas sólo con que te mire? Me hacía sentir tan querida, tan única, como

El hijo de un Dios, llamado Itx, considero a su primera mujer Lili, indigna de su amor por querer ella

“Denuncia”. Aquella fue la primera palabra que escuché, cargada de frustración y rabia, cuando conté mi historia. Después de meses

Está llorando en silencio mientras los dos hombres la violan, la embisten. Sus recuerdos emanan. Ve cuando estaba en el

Su mirada misteriosa, el hechizo de su voz y de sus gestos. Imposible verlo y no admirarlo. Inútil conocerlo y

Si nos remontamos a las cavernícolas batallas con temibles dinosaurios, hoy extintos, no dudo que tu mente sea asaltada, por

Caíste en la trampa invisible del miedo. Y por pánico a la incertidumbre, sufres y te cobijas en el maltrato.

Con la mano abierta. Con la mano abierta recibí mi primera bofetada. Me caí al suelo, la nariz me sangraba

Cuando todo terminó, la denuncia, las declaraciones, las exploraciones, las sesiones del juicio, la sentencia… estaba exhausta, rota por dentro

Querido tú: No digas que me quieres y luego me grites. No voy a permitirte ni un solo insulto más.

Haytham derrapó su nuevo capricho vintage a escasos metros del Ferrari de su hermana. Tuvo que subir a mano la

Hola, mamá. Ayer se cumplieron tres años desde que me fui de casa. Sigo acordándome de ti a todas horas.

Frente al espejo, maquillaba mi rostro lo mejor posible e intentaba practicar el gesto con el cual miraría a la

—Por favor Rosario no me cuelgues. Solo quiero que sepas que a Juan le han concedido el 3º grado. No

Más caliente. Más. Mucho más. Escuece, pica, quema, arde. Pero quiero más. Más de treinta, más de cuarenta. La piel

Lo que pareció ser una caricia inocente resultó llevar implícita una urgencia temblorosa. Marta intuyó desde el principio que el

“A las muñecas se nos desviste primero”, explicó la niña de trapo sobre su tumba: una choza de madera y

La noche era lluviosa y los ánimos estaban tan cargados como el cielo. Para tranquilizarlo, María subió al coche. -¿Has

Rosi estaba harta de Rodri, su marido. Era un maltratador psicológico, siempre descargaba su frustración por tener un trabajo que

Mi papá que no era mi papá me dijo que las mujeres no podían ser presidentes, porque pasarían todo el

Muerto el segundo, por un segundo de perdición en su mente perdidos en el camino y la vida, solo con

Me hubiese gustado que esa frase se estuviese destinada a sembrar en las niñas ideas de ser astronautas y conquistar

Corría desde donde estuviera para ir a abrazar a mi padre, él me cogía entre sus brazos y yo era

Aquella piedrecita había aprendido a verse pequeña e insignificante en comparación con el pedrusco, que se imponía esbelto y fuerte,

Me voy quitando la piel como si de una cebolla se tratara. Cada vez más delgada. Mi piel llena de

YA VIENE El sonido de la llave, penetrando la cerradura, aprieta el gatillo. Al abrir la puerta se dispara una

Soy increíble, soy tan increíble que no me lo creo, y me obligo a estar escondida detrás de alguien menos

Mi papá me enseñó que las señoritas se sientan con las piernas cerradas. Por eso aprendí que nunca tendré la

Ni me hables. No me digas que me quieres y me castigues por quererte. No me pidas otra oportunidad que

Salí del bar cuando ya había anochecido. Mi amigo Juan se ofreció a acompañarme a casa, pero preferí irme sola.

Se conocieron en una biblioteca. Después de unos días de tonteo, él la invitó a su casa. Empezaron a juguetear

María despertó rodeada de batas blancas. Acabas de despertar del coma. Has permanecido en ese estado 20 años. María no

Me quedé paralizada. Escuché cómo engranaba la llave de la cerradura y cómo se abría la puerta de la calle.

Decido contarlo, ¡decido vivir! Y entonces fue cuando cambió mi vida. Cuando decidí contarlo. En el pasillo de los juzgados

‘’Esto es carne para perros’’ No sabía cuál sería mi bienvenida al mundo. Era mi primer día en él. Pero

«He notado esta mañana cómo se han sonrojado sus mejillas al rozar su mano sin querer. Y cómo se han

Ella vive aterrada en una casa donde las corrientes de aire son gritos que la golpean. Todos los días son

Tengo la regla, otro día. No quiero, te lo vuelvo a repetir, no me apetece. Hoy no. No me toques.

La psicóloga sólo quería saber qué pensaba yo de la virginidad. Que ya, que yo paso, que no me creo

Sí, ya les dije que no se le acerquen a Paola. Es mía. ¿Y qué que tenga novio? No está.

De nuevo, media noche, y el ruido de la puerta se escucha, tus pasos casi en silencio se acercan a

  Mientras sube la escalera, baja la vista y cuenta peldaños. Sus finos tacones intentan dejar un rastro sobre el

Pepe, deja de hacer ruido por las noches que me vas a volver loca. Ya, pero es que yo tampoco

Es sólo un juego. Anda, tonta. Pero no se lo digas a nadie, ¿eh? Se juega así, yo te digo