Solo siento miedo

Su mirada vigilando mi vida. No levanto mis ojos, no pronuncio palabra alguna, no respiro, no vivo. Sólo siento miedo. Las letras de mis libros invisibles tras las lágrimas. Las clases, anticipo de un suplicio que me persigue tras la puerta, tormento en pasillos repletos de rostros apartando miradas. Acorralada en el camino a casa maldigo mi existencia, siento miedo. Espanto de las palabras amenazantes susurradas en mi oído, de sus duros labios en mi boca. Pánico de sus manos rozando mi cuerpo, desconfianza en la calle vacía, recelo de la noche. El terror acompaña mis pasos, mi compañero de viaje es el miedo. Comenzó con sonrisas ahora convertidas en lamentos. Decía amarme con un amor aterrador que aniquiló mi mente y asoló mi alma. Pasión posesiva, destructiva, arrasó amistades, estudios, alegría e ilusiones. Transformó deseo en desprecio, culpa en silencio. El amor lo hizo miedo. Sus manos destrozan mi ropa intentando poseer mi cuerpo. Mi mente bloqueada sólo se permite sentir miedo. Devastador miedo que me arrasa, me asola y me empuja a gritar, a protegerme, a huir, a denunciar. Desde hoy comienzo a vivir, sé que se acabó el miedo.

Nívola