Autor: Micorrelatos Fundación Mujeres

La obsesión nació en los pasillos de la facultad, estudiaba sus movimientos desde el inicio de curso. Se prendó de

No me digas que me quieres porque eso no es querer. No me digas que me estás protegiendo porque lo

Un adolescente preguntó a su abuelo: —Abuelo, tú qué has vivido tanto ¿Cómo crees que podemos salvar al mundo de

Díselo. Dile cuanto le odias. No me lo digas a mí. Yo solo sangro. Yo solo tengo la piel morada

El sonido hizo que se abrieran las puertas y el bullicio inundó los pasillos del instituto, Maica se dirigió al

Nadie le había hablado de ello y, sin embargo, lo sabía. Ten cuidado. De niña notaba que algunos adultos eran

Todo ser humano para acercarse a la felicidad o incluso a la salud psíquica, tiene que ser capaz de vivir

Fue confinada que se dio cuenta que nunca había sido libre. Que esa no era la primera ni la segunda

¡Qué ilusión! Ha venido a tomar café para estar conmigo, eso es que le gusto y quiere algo más que

Queridísima mamá: Perdón por el panorama que vas a vislumbrar. Eres una madre fantástica. No te martirices por esto. No

Era temprano y se escuchaban las carreras atropelladas en la Calle Mayor. Miré fijamente aquel portal desde la ventana. “¿No

Me frotaba las manos cada vez más fuerte. El agua del grifo seguía corriendo, pero el color rojo había quedado

Él es el hombre de la caza y ella es la mujer de la casa. Cuando el hombre de la

Jamás volvió a comunicarse contigo durante ese mes. Después comenzó a mandar mensajes compulsivamente. Te ignoraba durante semanas, desaparecía sin

Ya me creía abandonada a mi suerte cuando lo escuché. Fue solo un susurro. Parecía el ladrido de un perro.