Despedida de un mundo patriarcal

Queridísima mamá:

Perdón por el panorama que vas a vislumbrar.

Eres una madre fantástica. No te martirices por esto.

No tienes la culpa de haberme criado en un mundo patriarcal, donde ser mujer tiene las peores consecuencias.

Esta decisión la llevo meditando desde los acontecimientos que, hasta ahora, y con lágrimas goteando en este trozo de papel, no me había atrevido a contar: un chico me drogó y me violó en una fiesta universitaria.

No quería que sus manos tocaran mi cuerpo, dejándome paralizada por minutos. Y no conté nada por miedo a que nadie me creyera.

Mamá, por favor. Lucha por el cambio del sistema y no sólo por mí, sino por todas las que están en mi lugar.

Perdóname.

Te quiere mucho.

Martina.

E.M.