El hipócrita
Le conocí siendo joven y madre soltera, pensaba que no podría volver a encontrar a alguien pero este chico me conquistó con sus sonrisas, sus palabras cariñosas y con la forma que tenía de tratar a mi hija (como si realmente fuera el padre que nunca llegó a tener). Nuestro día a día estaba lleno de felicidad, pero esa sonrisa cambió su sentido en la intimidad de la casa, volviéndose fría y malvada. Aunque estaba delante de mis ojos, no podía ver lo que me estaba haciendo puesto que mi ser sentía un gran agradecimiento hacia él. Hoy echo la vista al recuerdo del pasado y siento que cada uno tiene que quererse a sí mismo sin sentirse obligado a nada por los demás.
Cigoto