A veces las cosas no son lo que parecen

Yo no le daba mucha importancia a las discusiones de mis padres solamente pasaba de ellas, hasta que un día lo vi. Volvía tranquila de clase como un día normal, llegue al portal y subí las escaleras hasta mi casa, metí la llave en la cerradura y abrí para entrar a casa, en ese momento sentí rabia al ver que mi padre le dio un golpe a mi madre, ya entendía por qué discutían tanto. En ese instante reaccioné y le grité a mi padre, pero tristemente él también me golpeó. Desde aquel día ya no le he vuelto a levantar la voz a mi padre, pero él sigue golpeando a mi madre. Ahora mismo mientras escribo esto nos dirigimos mi madre y yo a la comisaría, espero que todo salga bien, mi padre se vaya de casa y por fin podamos ser felices las dos.

Chupa Chups