El vestido

-¿Vas a ir así a la boda?- dijo.
-¿Así, cómo?
-Con ese vestido tan corto… y tan rojo. No te pega nada, le quitarás protagonismo a la novia, que va a ser tu cuñada, le harás un feo. Y además a mi familia no le va a hacer ninguna gracia.
Me miré otra vez al espejo, yo no me veía tan mal. Hacía semanas que me había comprado aquel vestido, incluso hice dieta para que me quedara bien ya que siempre bromeaba con la amplitud de mis muslos, decía que le harían falta dos amigos para poder abrazarme. Vamos, es una broma, no te enfades. Y yo sonreía con él.
Me había costado mucho decidirme por el vestido y por mí, apostar por lo que me apetecía, ser yo misma.
-Iré así, y si no quieres ir conmigo será tu decisión. No quiero seguir siendo una sombra.

Atticus