SOMOS PERSONAS, NO NÚMEROS

Ayuda
No puedo respirar
Me voy apagando poco a poco
Esas fueron mis últimas palabras cuando quién yo pensaba que era la persona que me amaba decidió tentar contra mi vida sin ningún tipo de remordimiento.
Pensar que cuando quise pedir ayuda ya era demasiado tarde, ya mi destino se encontraba escrito por un asesino de confianza.
Ahora se me recordará como una más en esa gran lista de mujeres que terminaron como yo, cautivas en un sueño eterno. Presas de un destino que no deseaban, un destino no pedido.
Pero, al final, este escrito espero que llegue a la gente y conozcan mi historia. Quiero que sepan lo que realmente sufrimos las víctimas, no seamos un simple número.
QUEREMOS SER UNA HISTORIA.

Kirina