NOCHE DE REFLEXIÓN
Y aquí estamos, una noche más, sentados en el sofá viendo nuestra serie favorita sin apenas conversación. Ya ni nos damos la mano, ni nos besamos. No queda nada del hombre que me enamoré. Qué pena. Le quiero sí, pero noto que algo en mi ha cambiado. Lo he hablado con él y siempre me dice lo mismo, que va a cambiar, que no le deje, que no me vaya, que no soy nadie sin él, que todo lo que tengo es gracias a él, que no puede estar sin mí y que si le dejo la única que va a salir perdiendo soy yo. Pero después de tanto reflexionar, acabo de llegar a una conclusión: Y es que, en esta vida, hay que perder para después poder ganar.
UNA CHICA DE MODA