No me quieras mucho, quiéreme bien
Cuando era pequeña admiraba la buena pareja que hacían mi prima y su novio. Ella era una joven de 20 años guapa y risueña, y él un joven atractivo y muy protector. Iban juntos a todas partes, él no la quería dejar sola ni un minuto, si se ponía una falda muy corta, él siempre le decía que se tapara para no coger frío y las pocas veces que salía con sus amigas, él siempre controlaba donde estaba y a que hora regresaba para asegurarse de que estaba bien. Nuestra familia lo adoraba y le decía que era muy afortunada ya que siempre se preocupaba por ella.
Después de muchos años, mi prima lo dejó, y ahora me doy cuenta de que él la quería mucho, pero no la quería bien.
Laura Molina