No es un cuento de princesas
Asomé levemente la cabeza, había desaparecido, en verdad, de haber sido así todo hubiera salido mejor pero desgraciadamente esto no era un cuento de princesas, era la vida real donde los príncipes no siempre resultan ser caballerosos y donde el peligro se encontraba al acecho en la vuelta de la esquina y nunca mejor dicho, le conocí cruzando la calle, era el típico chico que ves y dices quién pudiera estar con él y yo la típica chica que dirías cómo puede alguien enamorarse de ella, era perfecto, perfectamente imperfecto.
Habíamos pasado de ser la pareja ideal a que él me tratase mal y está había sido la última pelea de muchas, no tenía porque sentirme mal, no era mi culpa.
Me encerré en el baño y marqué el 016, ya todo había terminado.
Marianela