Mi vida sin color
Antes de conocerlo para mí la vida era una paleta de colores con la que pintaba cada día de mi vida. En ella había diferentes tonalidades pero me encantaba cómo brillaban y me hacían sentir feliz. Quise ampliar esos colores junto a él, yo pensé que mi vida se pintaría con colores nuevos y desconocidos para mí pero, poco a poco, la paleta se iba tornando de colores sin luz, sin brillo, todo color que conocí en esta nueva vida son oscuros, tenebres, sin brillo, poco a poco, mi paleta se va apagando y cada día los colores son más oscuros. Cada noche sueño con esos colores brillantes que me hacían feliz, que me hacían brillar y sentirme viva, por eso nunca quiero despertar…
Marcus Phill