La noche en la que todo cambió

Me dolía todo y no podía ver nada, pero sólo podía mirar a un sitio… Era imposible que hubiesen abusado de mí…
Lo único que recordaba era haber estado con unas amigas y luego…¿Qué pasó?
Habían pasado ya unas horas desde que me había levantado del suelo, cuando vi unas luces que se iban acercando.
Forzando mi garganta afónica, solo supe gritar auxilio. Cuando vi que aquel vehículo iba pausando la velocidad para parar a unos metros de distancia, lo único en lo que podía pensar era en que ya estaba a salvo.
Cuando un hombre se bajó del coche, no alcanzaba a ver su rostro, pero estaba demasiado concentrada como para percatarme de que su mano sujetaba un cuchillo.
No, no…
¡Era demasiado tarde para correr!

Marily