La mujer

Las mujeres no estamos sometidas a ganar ninguna batalla
ni a mirarnos al espejo pensando a quién agradar
busquemos más allá del perfume más barato,
de un rostro arreglado;
encontrémonos detrás de aquellas ojeras,
que no parecen ligeras;
de aquel ojo morado,
pero que todo ha superado;
de un rostro apagado,
con miedo, pero no derrotado.
Deja de mirarte al espejo,
como si la vida te fuera en ello;
sal adelante,
sin sentirte principiante.
Que nadie te apague,
que no te obliguen a hacer lo que no quieras,
de casarte con alguien
que ni siquiera pueda agradarte,
no vayas detrás de esa persona que no te haga feliz,
que solo quiera verte en cicatriz.
Sé tú sin que nadie tenga que juzgarte ni mal hablarte.

Ele