En bucle

Voces olvidadas en el fondo del mar,
cicatrices que me incapacitan y
pensamientos retrógrados como espinas.

Cierro los ojos e intento imaginar tiempos pasados contigo,
pero no puedo, no existen.
Corro y corro y nunca llego a salir de mi prisión,
tú.

Gritos que flotan sin rumbo,
arañazos que escuecen cada vez que hablo y
patadas que van directas a mi estómago.

Subo y subo y la cuesta se alarga cada vez más.
Por tu culpa no avanzo.
Eres un monstruo.

Eres quien aprieta el play y hace que mi vida sea un bucle,
pero a cada paso dado aprendo algo nuevo de ti.

Grito y grito y al final alguien me oye,
una mano amiga que me saca del oscuro y estrecho
túnel donde me metiste.

Corro y corro,
pero esta vez libre.

Tu juego ya no existe.

Esther