La marioneta

Es un día más, de los miles que Violeta pensó abandonarlo, pero es imposible, y él lo sabía, se aprovechaba de su situación de patriarcado, injusto y patético, pero real. Todo era manejado por él, poseía, trabajo, dinero. La cruz colgada en el pecho de su suegra, se lo repetía a su hijo Andrés, todos los días.-No ves que no vale para nada- No ves que no es buena, tú mujer, logrando entre los dos, que se marchitase Violeta, muda y entristecida, cual una marioneta.
Pero la realidad era evidente, la justicia se compraba, él poseía el dinero y los recursos, eso es lo que cuenta en esta vida, el dinero.- Ä veces, enfadado Andrés, le decía entre dientes, total tres años en la cárcel por matarte Violeta, ¡no es nada!
Como dejar a su familia, su hijo, ¿dónde ir? –Sé pregunta , poseía un pasado oscuro de maltrato y traición en el seno de su familia, Violeta se ahogaba-¿Cómo volver otra vez al mismo sitio? – Victima de una educación machista, sin apoyo familiar, sin retorno y pérdida, en un laberinto infinito, se hace mil veces y un millón de veces, la misma pregunta:
¿Qué número de víctima de violencia de género le corresponde a Violeta?

Almavioleta