El principio de un gran final

Ha llegado la hora y con ello hay que acabar. ¡Basta ya de tantas
injusticias, nuestras voces debemos alzar!

No te preocupes amiga mía que te voy a ayudar…

Cogeré del baúl del desván esa grapadora con la que sus
mentiras y gritos haremos callar y ese gel hidroalcohólico, que
tanto nos ha protegido en esta pandemia, también lo voy a
utilizar. No para lavarle sus manos, sino su alma y su bondad, y a
ver si así toma consciencia y le hace reflexionar.

En tu linda cara una gran sonrisa quiero dibujar. Porque te
aseguro amiga mía, que este es el principio de un gran final.

Ricitos