Cuando cae la venda
Vanesa tenía solo 16 años. Y sin embargo, a tan temprana edad, ya sabía lo que eran el control, la violencia y los celos. Una relación tóxica que, como todas, empezó siendo un cuento de hadas para convertirse, con el tiempo, en una pesadilla. Primero fue un pequeño desprecio, luego vino la desconfianza y los reproches, más tarde el control del móvil… Hasta que llegó el primer golpe. Y entonces, en la mente de Vanesa algo hizo clic, la venda cayó y pudo escuchar por fin a sus amigas. No iba a permitir que aquella situación continuase, no quería convertirse en la estadística que abriese un telediario. Así que, reuniendo todo el valor que le quedaba, dio el paso y denunció. Y entonces pudo ser libre.
Andrómeda