Conviviendo con el miedo

“Échate una rebequita por encima para no enseñar tanto” decían mis abuelos
¿Cuántas veces mi ropa no había sido la excusa?
Cuando en el colegio mis compañeros me agarraron para que un chico me besara
Cuando dos hombres me acosaron desde un coche
Cuando unos feriantes me intentaron acorralar
Cuando mi vecino me llamó “puta” e hizo que cada vez que lo veía preparara el móvil por si necesitaba ayuda
¿De qué manera me culparía el sistema patriarcal para cubrir a los agresores?
Cuando el foco no se ponga en la “rebequita” que no llevamos puesta, sino en la mentalidad machista del que perpetua la violencia, podremos decir que habremos avanzado en igualdad
Mientras tanto…
¡Las mujeres convivimos tanto con la agresión, como con el miedo a sufrirla!

Ivi