CUÍDATE MUCHO ANITA
En el portal Anita respiraba hondo antes de salir a oscuras a la calle ajena. Caminaba pensando, no es tan lejos, el autobús está al llegar. Y sin embargo temía. Que no noten mi presencia, rogaba, que no me miren, que no me hablen. No.
Estaba en guardia, salvó la primera esquina sin cruzarse con nadie. A lo lejos la parada iluminada del autobús le parecía un salón encendido, como un hogar.
Vio la silueta de dos hombres en la calle. Pensó en volver a casa, ser prudente. No, luego me daría vergüenza, pensó, tener miedo de todos, de nada.
Y siguió su camino, de frente, pensando en que solo sería una fracción de segundo el cruzar sus pasos con los de ellos. Actitud, chica, actitud, se dijo, apostándolo todo a los faros del autobús aparecido.
NÓMADA