No

NO.
No más sangre de mujer
para teñir las manos de los monstruos.
No más carne de mujer
Para alimentar a los cobardes.
No más llanto de mujer
para saciar la sed de los infames.
Basta de palabras huecas
y de gritos sordos.
Basta de niñas y niños
ateridos antes las tumbas
que cubren los regazos de sus madres.
Jamás perdón a los que callan,
a los que pasan de largo
ante el peligro y el miedo
de la mujer sola,
de la mujer indefensa,
de la mujer olvidada.
NO.
No más cuerpos de mujer
desmadejados por el odio,
no más dolor innecesario.
No hay que pedir por favor
el derecho a vivir.
Hacia la libertad, siempre.

Marina Garzón