Mi reina mora
Con el alba de la mañana me despertaba y acicalaba, mojaba mi pico y peinaba mis plumas. Él venía con su canto galán, su plumaje azul brillante y me rodeaba con sus alas. Canta mi reina mora, canta. Canta solo para mí y te cantaré yo a ti. Yo cantaba y cantaba, hasta que un día me di cuenta de que mis plumas perdían su brillo. Presa de su voz, presa de su fuerza, en una jaula dorada me hallaba. Él venía de cuando en cuando. A veces me daba de comer, otras me zarandeaba. De esta jaula no saldré en vida, yo de los barrotes me colgaba, por más que gritaba, mi canto ya no sonaba. Un atardecer sentí frío, mi cuerpo se marchitaba. Ya no estaba mi canto, ni mi brillo, ni mi alma. Él se lo llevó todo, ya no quedaba nada.
L.Cabaleiro