“Las chicas son guerreras”
Se había convertido en la banda sonora de su vida en el último año y ahora la cantaba orgullosa junto a su entrenadora y amiga Rocío, que sonreía orgullosa, rememorando la primera vez que Rainbow había aparecido en su vida. Con la excusa de un chocolate caliente, se había acercado a donde estaba ella y antes de dar el primer sorbo, le había preguntado cuánto costaba.Los sucesivos encuentros habían sido parecidos, solo que esta vez,ni levantaba la cabeza para comprobar que le invitaba la misma persona de las semanas anteriores.
Poco a poco, los encuentros se fueron repitiendo, hasta que la frecuencia llegó a ser diaria. La primera vez que se dirigió a ella, fue para preguntarle en inglés qué significaba su nombre.No sé si halló en la explicación algo parecido a lo que significaba el suyo,pero se había empezado a fiar de ella.
Hoy la desnudez de sus piernas,no brilla por el neón de la noche,pero los rayos del sol iluminan su piel.Ha conseguido cambiar los zapatos de tacón por zapatillas de deporte y está a punto de correr su primera maratón.La lluvia de la tormenta de la noche da paso a la mañana y al arcoiris.En la línea de salida,espera el pistoletazo que dará paso una vida nueva.
Rainbow