¿Cómo mi novio iba a violarme?
La noche era lluviosa y los ánimos estaban tan cargados como el cielo. Para tranquilizarlo, María subió al coche.
-¿Has visto cómo te miraban los tíos? No has dejado de provocar desde que llegaste.
La vergüenza se clavó en la garganta de María. Sin responder, le dio un beso de perdón en la mejilla. Sabía que a Lucas no le gustaba que bailara en la discoteca.
Él la miró desconfiado. De un volantazo paró el coche. “Sabes que podría estar con la tía que quisiera y, sin embargo, salgo contigo. Pero tú prefieres comportarte como una puta”.
María se sintió sucia. Las lágrimas la ahogaban, pero peor era el sentimiento de culpa. En lugar de encontrar un hombro en el que sentirse arropada, notó la mano de Lucas clavarse entre sus muslos. Después se desabrochó la bragueta y la obligó a sentarse encima. Al principio insumisa, acabó por dejar de resistirse. Al fin y al cabo, era la forma que Lucas tenía de aceptar sus disculpas.
La música enmudeció para María, pero más doloroso fue aceptar que había sido violada. “Cuando supe de las violaciones en pareja pensé que no era mi caso. ¿Cómo mi novio iba a violarme? Al final me reconocí víctima, y ese fue el primer paso para volver a la vida”.
Marce