Cleo

Aquel día fue importante para mí. Yo tenía doce años. Mi madre estaba en el hospital y yo cuidaba de ella, nunca antes habíamos estado en un hospital. Pasé delante de la puerta de una sala, donde descansaban los médicos y enfermeras, mientras no tenían avisos. Me llamó la atención la voz de una niña, sin que me vieran, asomé la cabeza. Esa voz salía de una caja con cristal, la niña estaba metida dentro, era de mi edad, muy guapa, iba vestida con unos pantalones imposibles de ajustados, una camiseta ceñida y corta.
Su ropa me llamó la atención, pero mucho más, lo que dijo: “Me llamo Cleo, voy vestida así, porque me gusta, soy libre, quiero estudiar y ser médico cuando sea mayor”. Aquellas palabras provocaron dentro de mí un torbellino de sensaciones, y muchas preguntas. Donde yo vivía las mujeres, no podían vestir así, no eran libres para tomar decisiones, ni podían estudiar, ni ser médicos, sólo madres. Aquel día, en mis despiertos sueños decidí, que de mayor quería ser como ella, libre y médico.
Lo que nunca supe, fue que, la vida de Cleo se truncó cuatro años después, fue víctima de un secuestro y vendida para la prostitución. No estudió, no fue médico. Murió con 18 años.

La Maña