Ciclo sin fin
Un día decidió casarse con él;
su máscara de ser generoso prometió serle fiel;
su antifaz de hombre amable, prometió amarle.
Se creía que estaba a otro nivel
cuando pegaba a Raquel.
Mientras ella de rodillas y con la cabeza gacha,
la tenía como a su propia chacha.
En las comidas familiares pasaba desapercibido
porque no quería mostrar lo no debido.
Aquel animal la mantenía presa,
pero él bebía tranquilamente cerveza.
¿A dónde quieres llegar?
¿Por esto me tuve que casar?
No sabía que tal mal me harías,
pues era el único bien que conocía.
No sé si esto acabará,
os si su hijo no lo aprenderá.
Si no será un caso más
de esta gran atrocidad.
Camino