¿Cuatro veces hice mal?

Se acercaba la noche, sabía que no valía la pena esperarle, llegaría a las tantas, ya no detectaba lo que sentía. Soledad, tristeza, dolor; y a la vez, rabia, ira, molestia…
Se juntaban todas las emociones, cada golpe de él, era un sentimiento para ella.
El primero, angustia, –¿por qué a mí?–
El segundo, enojo, –¡SIEMPRE IGUAL!–
El tercero…, –cambiará…–, llegó a pensar ella, –seguro tiene un mal día–, decía…
Pero al cuarto, no le dio tiempo de sentir nada, fue el último y el más duro, tan duro que le arrebató su vida.

Happiness