O sí
Pensaba que era tu amiga. Me lo han contado. No me lo puedo creer. Me lo tienes que explicar. ¿No confías en mi?
Respiro.
No, no es eso y lo sé.
Siempre me has parecido fuerte, con ideas claras, nunca creí que te dejaras hacer algo así. ¿Cómo lo has permitido?
Respiro.
Me miro con desagrado.
No, no es eso y lo sé.
Tienes que cambiar ya, esto no te puede pasar, tienes que hacer lo que te digamos. Hacernos caso a nosotras, a quienes nunca nos habría podido pasar…
Respiro.
Me miro con desagrado.
Sonrío con cariño.
Me respondo: O sí.
Nos miramos, sé que somos amigas, siento tu fortaleza. Tengo clara mi opción: allí estaré, estaremos, sin condiciones, aprendiendo a no juzgar. Desprendiendo juntas.
Mandorla