En la actualidad, desgraciadamente, la violencia machista sigue presente en nuestro día a día expresada de diferentes formas y en múltiples espacios. Esta violencia es visible en algunos casos, por ejemplo, con indicios físicos. Sin embargo, también existen formas de violencia invisibles que pasan desapercibidas ya que hemos interiorizado y normalizado en muchas ocasiones. En cualquier caso, todas y cada una de las situaciones de violencia de género cuentan.
Unir esfuerzos y crear sinergias mediante la acción popular para la visibilización y la actuación conjunta frente a un problema social como es la violencia de género es el camino a seguir. Se deben construir redes de apoyo y de cuidados para la prevención y erradicación de esta violencia.
La violencia sexual es una cuestión de género y de poder que en muchas situaciones está generalizada y normalizada debido a las creencias, estereotipos y comportamientos que justifican y perpetúan la violencia sobre el cuerpo y libertades de las mujeres. Las diversas situaciones que componen la violencia sexual tienen como base la ausencia de consentimiento. Casos concretos de este tipo de violencia son la coacción y presión para realizar prácticas sexuales, el acercamiento o exhibicionismo, el acoso callejero, o grabar/compartir fotos o videos íntimos sin consentimiento.
No obligar a una persona a hacer algo que no quiere es una norma social aprendida y necesaria para vivir en sociedad, pero con el sexo no pasa lo mismo. Aprender a pedir permiso ya sea a través de un acuerdo verbal o no verbal y saber comunicar cómo queremos que nuestros cuerpos interactúen es la base para garantizar unos derechos sexuales fundamentales.
Por ello, este año queremos poner el foco en el consentimiento, que consiste en estar de acuerdo en realizar cualquier actividad de índole sexual con otra persona. Es decir, elegir, desear y aceptar libremente lo que queremos sin chantajes ni intimidaciones. El consentimiento debe estar presente en todo el acto sexual y cada vez que se inicie una práctica nueva, pudiendo abandonar la relación sexual o cambiando de opinión en cualquier momento. De esta forma, se va a abrir un espacio para dar voz a experiencias o situaciones cotidianas de personas que hayan sufrido esta violencia o ejemplos concretos para reconocerla de una manera más sencilla.
Con el objetivo de visibilizar la importancia del consentimiento para relacionarnos sexualmente de una manera sana y libre de violencias, Fundación Mujeres convoca el concurso de Microrrelatos “El cuento que debe acabar”. Esta edición del certamen, dividida en dos categorías –Escolar y General-, se dirige a personas comprometidas con la prevención y erradicación de la violencia de género.
Así, os alentamos a participar en esta IX edición de Microrrelatos contra la Violencia de Género que este año tiene como hilo conductor el consentimiento, para entender todas las situaciones cotidianas que también son violencia sexual. Los microrrelatos seleccionados serán maquetados y publicados a través de nuestras redes, pudiendo ser utilizados como herramienta educativa para diversas finalidades. El concurso concluye con un acto de cierre y lectura de los microrrelatos finalistas.
Esta iniciativa se realiza en el marco del “Programa para Educar en Igualdad y Prevenir la Violencia de Género. Hacia un voluntariado por el Buen Trato” de Fundación Mujeres, con la financiación del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 a través de las Subvenciones del 0,7 a actividades de interés social.