No
Justificas tus gritos, tus golpes, tus malos comentarios y tus actos diciendo que lo haces porque me quieres. No puedo llorar porque los niños me verán y seré una mala madre, ni tampoco puedo ir a la calle con mis amigas porque ya no tengo, ni me lo permites. No puedo sonreír mirando el móvil porque dices que te estoy engañando y me lo revisas.
Y tampoco puedo vivir, porque en una de las discusiones, me arrebataste la vida.
La chica invisible