Las apariencias engañan
Él, siempre callado, consiguió enamorarla; todos los veían bien, hacían buena pareja. Pero nadie sabía cómo era él. Un bebedor en las sombras. Todo comenzó con los gritos, pero llegaron las amenazas. Ella, ciega de amor, no le daba importancia, lo achacaba a su locura por ella. Seguido llegaron los golpes y los moratones, su familia no lo quería y sus amigos tampoco, pero seguían con lo mismo. Todo llegó a un punto en el que no había vuelta atrás, los golpes eran constantes y cada vez ella tenía menos fuerzas y menos ganas de seguir. Un día, ella decidió acabar con todo porque no podía soportar más, pero lo que no sabía es que esa decisión molestaría mucho a su pareja y acabaría con su vida por miedo a quedarse solo.
Migui