La decisión
¡Mamá! ¡Mami! ¿Estás orgullosa de mí? Esto es lo único que he sabido hacer bien desde que te fuiste a mejor vida. Muchas veces pensé en irme contigo pero, gracias a dios, solo fui una cobarde y preferí morir en vida. ¿Sabes por qué? Porque tengo a mi lado a la mayor de las razones para mantenerme en este mundo. Cuando vi que la empezaba a mirar de la misma forma que a mi tuve ganas de arrancarme la piel, de arrancar cada parte de mi cuerpo que dejó de ser mía desde que era solo una niña, ¡una niña, joder! Como mi hermana. Y ya no soy una niña, mamá, pero ella sí, ¿entiendes?
– Chica, chica. ¿Me oyes? – El interventor del tren la saco de su ensimismamiento – Los billetes.
– Disculpa, aquí están.
Miró a Sofía, estaba tan dormidita…
Aurora Boreal