Hormigas en los pies
Tengo pocos años, seis o siete, es media noche, se escucha un gran alboroto que nos despierta. Mi madre solloza, mis hermanos lloran desorientados con la premura de mamá para que nos levantemos. Nos hace bajar a la entrada de la casa donde nos alineamos en el pasillo, pegados a la pared, con los pies descalzos en el suelo de cemento. Ella nos acaricia intentando tranquilizarnos, aunque su cara trasluce su terror.
Mi padre con dos mujeres desconocidas y un hombre, entran en nuestras habitaciones, gritan y ríen.
Cuando papá obliga a mamá a entrar en el dormitorio ella llora muy asustada, como nosotros. Hoy mamá no grita, sólo tiene que quedarse inmóvil, como mis hermanos y yo, con este suelo tan frío…hasta sentir hormigas en los pies.
Tareixa Vinagre