Cuando sea mayor
Jugar con él no me gusta nada. No es un juego. Él insiste en que sí, pero yo creo que no. Claro que no puedo saberlo de verdad, porque todavía soy pequeña. En los juegos, te diviertes y te ríes. Los juegos no te hacen daño, a no ser que a lo mejor coloques mal una pieza construyendo un castillo y te pilles un dedito. Pero te pones una tirita con dibujos y se cura enseguida, incluso te preguntan en el cole. Donde a mí me duele, no te puedes poner tiritas. Además, normalmente se juega con las luces encendidas, para poder ver lo que pasa alrededor. De verdad que este juego no me gusta nada. En realidad, no entiendo muy bien muchas cosas, pero me han dicho que cuando sea mayor las entenderé.
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