Senciones corporales siete años después
Comenzamos por la cabeza, donde se inicia el proceso de quemado, la sensación baja por la espalda inundando todas mis vértebras rompiendo algo en cada una de ellas, ya no vuelven a tener la misma capacidad de sujeción; baja y me recorre el vientre, al final de este coge fuerza y llega la zona sensible donde la siento con más intensidad, vagina, interior de los muslos, llega hasta las rodillas, estas se rinden a la sensación doblándose temblorosas pensando que así se aliviará un poco el dolor, pero no para, baja por mis gemelos hasta llegar a los tobillos, finalmente dedos de los pies donde pierde fuerza y poco a poco desaparece.
Debería de gritar, expulsar el fuego que me come por dentro, llegó el momento de apagar este incendio.
Margot