No se toca

¿Puedes escuchar el ruido?

Se me han caído la culpa y las vergüenzas que cubrían mi carne, mis huesos y mi alma y el estruendo ha sido liberador. Sonido de cadenas y grilletes abriéndose, precipitándose con furia hacia el suelo, destrozándose a cámara lenta.

Porque deshice la oscuridad que envolvía mis ojos, que me asfixiaba como un aura lúgubre que inundaba mis sentidos sembrando silencios donde antes sonaban melodías.

Con el alma quebrada lo hice.

Porque he decidido resurgir, renacer desde los infiernos.

Porque decido vivir.

Y aunque todavía cueste, aunque puede que vuelvan madrugadas que hagan tiritar la piel con el recuerdo de aquello que nunca debió pasar…

Porque si no se escucha un SÍ, siempre será un NO.

Elijo vida. Reclamo lo que en justicia me pertenece.

Exijo libertad.

Por la memoria de las que fueron, por el presente de las que somos y por el futuro de las que vendrán.

Y es que mi libertad.

Nuestra libertad.

No se toca.

Ojos violetas