Denunciar o no, esa es la cuestión

Es cierto eso de que todas estamos expuestas y aquel día me tocó a mí.

No pude evitar preguntarme si valía la pena denunciar. Me daba miedo que nadie me creyera, pero no podía encerrarme en casa mientras ese individuo estaba en la calle como si nada.

Denuncié y cuestionaron mi ropa, mi actitud y mi apariencia. Intentaron desacreditarme, acusándome de mentirosa y de despechada. Se le acusó por abuso y no por violación porque no intenté huir. Me paralicé y esperé a que esa tortura acabara.

La justicia no fue justa porque sigue siendo machista, haciendo que la principal preocupación de una mujer al ser violada sea la de si debe denunciar o no.

Hoy veo que hice bien en denunciar, aunque fue muy duro, pero si callamos, les dejamos ganar a ellos.

Neus