La conmemoración del 21J, como Día Mundial de la Educación no Sexista, es otra oportunidad para reivindicar el derecho a la educación para las mujeres. A este respecto, es preciso hacer un alto, y revisar con gafas violeta, cuál es la relación actual de las mujeres y la educación.
LAS MUJERES Y LA EDUCACIÓN
La herramienta de monitoreo de la UNESCO, HerAtlas: Seguimiento del derecho a la educación de las niñas y las mujeres, analiza la situación de la mujer y la educación en el 2023. Este instrumento muestra que un «2% de los países restringen el derecho a la educación de las niñas y mujeres casadas y/o embarazadas». Esto perpetúa la brecha de género educativa que impacta de forma directa en la economía, algo que parece desconocerse.
Esta situación de vulnerabilidad se intensifica cuando se trata de embarazos en menores. Según el informe de la UNESCO Her Atlas: herramienta interactiva de promoción sobre el derecho de las niñas y las mujeres a la educación el 62% de los países carece de leyes que protejan el derecho a la educación paras las niñas embarazadas. Además, en el resto de los países, aun existiendo disposiciones legales de protección, estas a menudo no se cumplen. El informe posiciona a América Latina y el Caribe como la región con más países con protección explícita del derecho de las niñas a la educación. Le siguen Europa, América del Norte y África.
La brecha de género en educación es evidente. Persigue de forma constante a las mujeres, afectando su desarrollo integral, y evitando su inserción en la participación pública. 15 millones de niñas jamás tocaran un aula de clase. Esto tendrá una repercusión directa en las sociedades de aquellos países que sigan sin garantizar este derecho. Esta situación se ve agudizada, por las múltiples formas de violencia que afectan a las mujeres y niñas en todo el mundo. A este respecto la UNESCO señala que 650 millones de niñas y mujeres se casan antes de los 18 años. Esto rompe de forma directa e inmediata con el cumplimiento de su trayectoria educativa completa.
COMPROMISO POLITICO
El problema de la educación sexista es estructural, por lo que es vital analizar las raíces que no dejan que la educación para las mujeres germine. La base de toda sociedad se establece mediante sus políticas públicas, que son el agente rector del funcionamiento de los países. De esta forma, para garantizar la educación, se necesita mejorar el marco jurídico que respalda este derecho.
El compromiso político, la transformación de la pedagogía y los ambientes escolares, la transformación del liderazgo comunitario, y la generación de evidencias, son elementos a integrar para cerrar la brecha educativa. A través de estas características, será posible construir una educación con perspectiva de género que ofrezca la oportunidad de desarrollo para todas las personas.
El Estado, cada vez destina más recursos a la financiación de una educación en igualdad, enfocada en las mujeres. Una planificación mejor de los sistemas educativos, permite la construcción de una educación de calidad. Esta responsabilidad debe garantizar el uso adecuado de los recursos destinados para tal fin.
FORMACION Y ESPACIOS ADECUADOS
La formación del profesorado en temáticas de igualdad es un aspecto que complementa el trabajo de los actores educativos relacionados con los procesos de enseñanza aprendizaje. A este respecto es importante identificar, y desafiar las desigualdades en el aula, que perpetúan el aprendizaje desigual. De igual manera la revisión de currículos y el intercambio de experiencias entre pares enriquece las perspectivas y formas de educar en las aulas.
Los ambientes educativos deben ser espacios seguros, dado que es ahí donde las niñas y las adolescentes pasan la mayor parte de su tiempo. En este sentido, re pensar los espacios, y los protocolos de atención de diversas violencias, es un factor que garantiza la permanencia educativa de las niñas en los centros educativos. A su vez, vincular la educación con servicios de salud y protección sensibles al género ayuda al cuidado integral de las niñas y jóvenes.
Otro de los aspectos importantes que garantiza una educación con perspectiva de género, es la transformación de los liderazgos comunitarios. Es importante hacer sinergias con aquellos espacios que puedan ofrecer referentes para las niñas y jóvenes que se están formando. De tal manera que las niñas puedan ver referentes de ocupaciones diversas, y así crear nuevas perspectivas para sus proyectos de vida, lejos de la feminización de algunas profesiones.
El seguimiento a la mejora de la educación para las mujeres es una parte importante de garantía. Este garantiza las acciones de mejora continua que aseguren la erradicación de la educación sexista. El compromiso de todos los actores sociales es vital, puesto que este trabajo mancomunado entre, Estado, centros educativos, y familias permitirá la construcción de una educación no sexista que construya una sociedad más igualitaria.
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