El inicio del nuevo año escolar es un reto conjunto, en las familias, para el Estado, el profesorado, y los centros educativos que son responsables de iniciar un nuevo año con las herramientas pertinentes para la construcción de una educación igualitaria. Por ello compartimos hoy algunos consejos que pueden ser de utilidad para un inicio de un año escolar óptimo, y con excelentes proyecciones.
LAS FAMILIAS.
Dar inicio al nuevo año escolar requiere de una planeación anterior que permita retomar rutinas, y hábitos en los hogares. De esta forma los y las estudiantes comienzan poco a poco a ser conscientes del inicio de un nuevo curso. La revisión de materiales a comprar, no sin antes revisar qué se tiene en casa, para aportar al ahorro del hogar. Por otro lado, realizar una lista de pendientes en familia, permite tener una visión general de aquellas tareas que se deben cumplir para tener un buen inicio, de igual forma esto permite distribuir tareas entre los miembros de la familia, atendiendo a la igualdad, y corresponsabilidad que debe haber en todos los hogares.
Las familias como espacios seguros se les aconseja desarrollar climas de diálogo frente al nuevo año, con la finalidad de crear climas de confianza para sus hijos e hijas, de tal manera que los retos del año anterior puedan ser superados. La buena comunicación puede ser la clave para afrontar los nuevos obstáculos que cada año escolar trae, espacios de comunicación asertiva pueden marcar significativas diferencias.
EL ESTADO.
Por su parte el Estado, entre muchas tareas tendrá como mínimo la labor de garantizar la mayor cobertura posible, para reducir las cifras de abandono escolar que se han ido aminorando año año, pero de forma mínima. Por otro lado, una de las labores es incentivar los principios de igualdad de oportunidades en las aulas de clase, ya que al ser los primeros espacios de socialización y de aprendizaje, se erigen como posibles soluciones para ir edificando sociedades más justas. La inclusión de referentes femeninos en los currículos, la no socialización diferencial, y erradicación de roles de género en el aula, son medidas que se deben promover para construir un igualdad efectiva entre hombres y mujeres.
Por último, es de vital importancia no solo garantizar la cobertura, sino a su vez asegurar una calidad educativa, que permita a chicos y chicas adquirir herramientas para el pleno desarrollo de sus proyectos de vida. Finalmente, el Estado debería promover un tránsito efectivo desde la educación obligatoria, a estudios superiores que permitan la cualificación de estudiantes, y así poder garantizar una mejor calidad de vida, y desarrollo profesional.
CENTROS EDUCATIVOS Y PROFESORADO.
Por parte de los centros educativos se recomienda la revisión de currículos, ajustándolos a las nuevas necesidades del alumnado, de tal forma que los aprendizajes sean significativos. A su vez la planeación de objetivos alcanzables, con una evaluación continua que permita que las valoraciones finales tengan en cuenta el proceso del estudiantado, y no el único desempeño en una prueba. Finalmente, el ajuste didáctico que permita la construcción de un conocimiento horizontal, comunitario, y experiencial garantizando la aplicación del nuevo conocimiento a la vida diaria de los y las estudiantes.