Suelo pegajoso

—¿Es que acaso no he estudiado lo mismo, tengo la misma experiencia y me he esforzado al máximo para conseguir este puesto? ¿Por qué el ascenso es para él y no para mí? —lloraba desconsolada mientras intentaba contener la rabia.

—Sí, tú vales mucho y te has esforzado un montón pero… no sé, no tengo ni idea qué ha podido pasar —le respondía su amiga Carolina, sin saber qué hacer ni decir para consolarla.

— A él le invitaron a esa fiesta que organizó el jefe en fin de año, también le incluyeron en ese grupo de whatsapp en el que había otros jefes de sección y se iba con ellos de cañas ¿Cómo he podido ser tan tonta y no verlo antes? —Lucía seguía llorando aunque ahora inmersa en un sentimiento de abatimiento que no intentaba disimular.

Mar de María