Siempre es tarde

Una antigua novia le previno. Pero su marido era encantador, todos lo decían. La primera excusa fue una borrachera. Después, un día agotador, no me contradigas ni avergüences en público, son cosas del matrimonio, dónde estabas y por qué no cogías el móvil, no veas a fulanita que es una influencia pésima… De algún modo habrá de controlarme, es por mi bien, se preocupa –pensaba. Semanas antes de la tragedia, su mejor amiga profetizó: “Es Dorian Gray, perfecto con los demás, pero su cuarto oscuro alberga la verdad de inmundicia y miseria. Es el encantador de serpientes y la cobra venenosa, a un tiempo. El lustre exterior esconde un hombrecillo acomplejado, sin valor para afrontar la vida, frustración que descarga sobre ti. Corres peligro”.

Chorche