El ejemplo a seguir

Cuando te metes con ella
su mundo se tambalea,
su pulso se acelera,
y la mente se dispara en ella.

Él decía ser su mejor amigo,
cuando terminara su castigo.
Lo que le pasa no lo quiere contar
por si los demás comienzan a murmurar.

El miedo fue lo peor
miró a su alrededor
y comprendió que podía ser acogedor,
ella no cometió ningún error.

Un día se levantó decidida,
lo denunciaré a la policía.
El martirio ha terminado
y él ya camina apresado.

Sus amigos y familia dicen:
sal, cabeza alta y que los demás miren,
a las demás mujeres les digo:
sed valientes y coged mi testigo.

Raquel