Desde arriba

Ayer, María recibió una mediana hoya que le había dejado su vecina Victoria, al dirigirse a su casa y devolvérsela, Victoria no era la misma, minuciosamente se escondía detrás de la puerta como si el sol fuera dañino para su ser. María, le formuló una pregunta a la que ella no tardó en responder, aunque su respuesta apenas se escuchaba con la apariencia de una voz rota y apartada. A hora de entregarle la hoya, de tal hinchadas sus manos y con más moratones que blanca su piel, no podía no sostenerla siquiera. A la mañana siguiente, María escuchó un gran estruendo y llamó a la policía, ellos se llevaron al marido de Victoria y aunque ella ya no estaba María miró al cielo y desde arriba cayó un rojo pétalo que ponía, “ Gracias por todo ´´.

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