Como en las películas que vemos juntos

Cuando Nerea vio la sangre en su ropa interior se asustó tanto que no tuvo más remedio qué decírselo a su madre. La mujer insistió en llevarla a urgencias, a pesar de la resistencia de la chica, que no sabía cómo explicarlo sin avergonzarse.
Ahora, mientras la doctora le pregunta si ha padecido alguna agresión sexual, Nerea se muerde los labios, aguanta las lágrimas, y niega con la cabeza. Pero no puede espantar el recuerdo de Nacho diciéndole al oído que todas las novias de sus amigos se dejaban por detrás y que no le iba a hacer daño.

Sloboda