La coeducación o educación para la igualdad de género se ha convertido en un método innovador y renovador en la educación actual. Su objetivo principal es integrar la teoría feminista en la práctica educativa en el aula, y garantizar una educación libre de androcentrismo, sexismo y machismo.
La coeducación busca formar a chicas y chicos en relaciones justas, basadas en la igualdad y el respeto, erradicando actitudes, comportamientos y valores que sostienen la violencia contra las mujeres las niñas.
En España, la educación como derecho universal se recogió por primera vez en la Constitución de Cádiz de 1812, aunque solo se refería a los niños. Fue la Ley General de Instrucción Pública de 1857 la que reconoció por primera vez el derecho de las niñas a una educación académica elemental en escuelas separadas y con un currículo diferenciado que les enseñase a ser buenas esposas y madres.
Durante la II República se logró que niñas y niños aprendieran los mismos contenidos en los mismos espacios, pero el franquismo impuso la educación segregada y el currículo diferenciado por sexos. En 1970, la Ley General de Educación (EGB) puso fin a la educación segregada por sexos hasta los 13 años en los centros públicos, y quince años después se obligó a todos los centros sostenidos con dinero público a ser mixtos.
A pesar de los avances, la coeducación no se ha implementado como se esperaba debido a la falta de voluntad política, por lo que son las docentes feministas quienes intentan promoverla. Es necesario que tanto las administraciones educativas como los servicios de inspección prioricen la formación del profesorado en coeducación y comprueben la correcta consecución de dichos contenidos en las programaciones y proyectos educativos de los centros.
Un nuevo enfoque educativo se está implementando en las aulas con el objetivo de fomentar la igualdad de género y la coeducación desde edades tempranas. Según expertos en educación, es fundamental que los niños y niñas reconozcan y valoren sus propias emociones y las de los demás, para desarrollar la empatía y la comunicación asertiva.
Asimismo, se hace hincapié en la importancia de fomentar la autoconfianza y seguridad de las niñas para romper con los estereotipos de género y que se sientan protagonistas de sus propias vidas. Además, se destaca la relevancia de temas como la amistad, el amor y los celos, para detectar y prevenir el ciberacoso y otras formas de abuso.
En cuanto a la educación sexual, se enfatiza la importancia de enseñar sobre el consentimiento sexual, los derechos sexuales y reproductivos, los métodos anticonceptivos y las enfermedades de transmisión sexual. También se aborda la problemática de la explotación sexual y reproductiva, como la trata y la pornografía.
Expertos aseguran que los docentes deben incorporar el feminismo y la coeducación en sus prácticas pedagógicas para enseñar de manera igualitaria y justa a todos los estudiantes. Es fundamental que la educación en igualdad de género y coeducación sea una prioridad en la formación de los niños y niñas, para lograr una sociedad más justa e igualitaria.
Para finalizar, la educación en igualdad de género y coeducación debe ser una prioridad en las aulas para fomentar la igualdad de oportunidades y prevenir la discriminación de género desde temprana edad.
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