Por Guiomar Martín – Alumna en prácticas de Educación y Prevención de la violencia de género de Fundación Mujeres.
Este #21J de 2023 desde Fundación Mujeres y #EducarenIgualdadFM lanzamos la campaña #LasMujeresPresentesFM con la finalidad de sensibilizar sobre la importancia de la participación de las mujeres en las diferentes áreas de conocimiento.
Las mujeres han realizado grandes aportaciones a la literatura, aunque su trabajo no siempre ha recibido el debido reconocimiento. Las escritoras se han enfrentado en más de una ocasión a obstáculos como la censura y la opresión.
Para poder tener una oportunidad de triunfar en un ámbito dominado por los hombres se tuvieron que poner creativas. Numerosas veces a lo largo de la historia las mujeres han utilizado seudónimos masculinos para ocultar su género a futuros lectores o publicistas, el objetivo era tener una oportunidad justa de distribuir su obra sin ser discriminadas.
Grandes escritoras han recurrido a esta práctica. Uno de los casos más notorios es el de las hermanas Brontë : Anne, Charlotte y Emily. Las tres firmaban sus obras bajo los pseudónimos Acton Bell, Currer Bell y Ellis Bell respectivamente.
Hoy en día, las hermanas son reconocidas mundialmente por sus obras. Entre las más notorias encontramos Cumbres Borrascosas escrita por Emily. La novela gótica se ha convertido en un clásico de la literatura inglesa y ha sido adaptada en 9 ocasiones a la gran pantalla. Es considerada una de las obras más representativas de la época victoriana y es un gran retrato de la naturaleza humana en su forma más oscura.
Charlotte no se queda atrás, su primera novela Jane Eyre consiguió un éxito inmediato, fue aclamada tanto por la crítica como por el público convirtiendo a su protagonista en la institutriz más famosa de la literatura.
Anne ha sido la gran olvidada de las tres pero es igual de remarcable que sus hermanas. Su novela La inquilina de Wildfell Hall es considerada una de las primeras novelas feministas denunciando el lugar de la mujer en la sociedad victoriana. La novela epistolar trata con dureza el tema de un matrimonio abusivo y violento.
Otra notoria mujer que ocultó su identidad para difundir su obra es Louisa May Alcott. La novelista americana creció en un hogar progresista, fue desde joven una gran partidaria de la causa abolicionista y defensora del movimiento sufragista. Es mayormente reconocida por sus novelas juveniles y particularmente su éxito Mujercitas, pero tuvo que empezar publicando sus obras bajo el nombre A.M Barnard. Utilizó el seudónimo para publicar sus obras más oscuras donde trataba temas como la seducción, el incesto, la venganza o el adulterio. Su identidad oculta le permitió abordar estos temas considerados controvertidos o tabúes para la época sin sufrir estigma social. Un ejemplo es su obra Tras la máscara (o El poder de una mujer) que trata de una joven astuta que utiliza su ingenio para fines perversos.
Los pseudónimos también han sido un recurso utilizado por nuestras escritoras nacionales. Encontramos casos como el de Matilde Cherner que firmaba como Rafael Luna o Cecilia Böhl de Faber más conocida como Fernán Caballero. Sin embargo la escritora y periodista feminista Carmen de Burgos es la más notoria. Su pseudónimo Colombine es un desafio feminista ya que no prétendre esconderse bajo un nombre masculino. La firma de Carmen tiene su origen en un personaje de la divina comedia y pretende representar a una mujer frívola e intrascendente, su antítesis. Es usado por primera vez en su obra Puñal de claveles donde lleva a la literatura el crimen de Níjar. Colombine introduce en la literatura un pensamiento moderno y liberalizador que se transmite en sus obras más maduras como La mujer moderna y sus derechos, un testimonio de la evolución de la mujer en España. Fiel defensora del divorcio, el sufragio universal y la libertad de la mujer a través de la educación, Carmen acaba en la lista de escritores prohibidos junto a contemporáneos como Zola y Voltaire. Esto la catapultó al olivo dejando algunas de sus obras relegadas, pero Colombine siempre será “La mujer” de la generación del 98 además de un icono de la literatura y el periodismo en España.
Este artículo forma parte de la campaña de activismo que se lleva a cabo con motivo del día 21 de junio, Día Internacional de la Educación No Sexista, en el marco del “Programa para Educar en Igualdad y Prevenir la Violencia de Género. Hacia un voluntariado por el Buen Trato” de Fundación Mujeres, con la financiación del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 a través de las Subvenciones del 0,7 a actividades de interés social.