Este artículo forma parte de la campaña de activismo #21J de Fundación Mujeres con motivo de la conmemoración del Día Internacional de la Educación No Sexista 2021.
Hoy, día 21 de junio, se conmemora el Día Internacional de la Educación No Sexista, desde que la Red de Educación Popular Entre Mujeres (REPEM) lo declaró en 1990.
A día de hoy, siguen siendo necesarias las reivindicaciones y recomendaciones que se hacían en 1995 en la Plataforma sobre Educación de la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada en Beijing. De esta forma, urge que los gobiernos de los diferentes países aseguren la igualdad de acceso a la educación para las mujeres y niñas de todas las edades; erradiquen el analfabetismo, a través del acceso universal de las niñas a la Enseñanza Primaria y Secundaria; aumenten el acceso de las mujeres a la formación profesional y creen programas educativos para mujeres desempleadas; velen por que las instituciones educativas respeten los derechos de las mujeres y niñas a la libertad de conciencia y religión; promuevan una educación no discriminatoria, eliminando cualquier elemento legal que establezca diferencias por cualquier característica de la persona que implique su discriminación; elaboren currículos y libros didácticos libres de estereotipos para todos los niveles de enseñanza; y favorezcan la formación del personal docente en materia de igualdad de oportunidades.
La falta de referentes femeninos, la poca presencia de mujeres en los materiales académicos, el lenguaje sexista, el currículo oculto, la distribución desigual de los espacios comunes, la orientación educativa y profesional con sesgos de género, o el reparto poco equilibrado entre hombres y mujeres de cargos y responsabilidades de la escuela; son ejemplos del sexismo que todavía se encuentra presente en nuestro sistema educativo.
A su vez, necesitamos una educación que nos permita analizar el sexismo y los mandatos de género en lo que la sociedad y cada persona a nivel individual se encuentran inmersas. En este sentido, toda la comunidad educativa (familias, profesorado, agentes de educación no formal, etc.) debe pasar a un rol activo de transformación de las prácticas educativas sexistas por otras igualitarias, tales como el lenguaje inclusivo, la educación afectivo-sexual, la prevención de la violencia machista, los espacios y patios coeducativos, o la resolución pacífica de conflictos.
Algunas pautas para adoptar desde casa:
- Crear espacios seguros y basados en la confianza para que niños y niñas expresen sus preocupaciones y emociones con libertad.
- Hablar en casa sobre las desigualdades de género y cómo trabajar para eliminarlas.
- Desaprobar los comentarios sobre el aspecto de los cuerpos de las personas, especialmente aquellos sobre los cuerpos de las mujeres que promuevan su cosificación y/o sexualización.
- Evaluar y revisar las expectativas que se generan sobre hijos e hijas en función de su género.
- Ofrecerles para que actúen y hablen fuera del entorno del hogar cuando sean observen algo que consideren una injusticia.
Desde Fundación Mujeres, queremos reivindicar la necesidad de una educación no sexista, inclusiva y feminista, que erradique todas las discriminaciones insertas en nuestra sociedad, que se manifiestan de forma más acusadas todavía en otras partes del mundo.
Para más información consulta los siguientes enlaces:
Recuerda que en www.educarenigualdad.org puedes encontrar herramientas didácticas y materiales de apoyo para implementar la práctica coeducadora en los diversos ámbitos educativos, especialmente en los Centros educativos.
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