Vivir volando jamás podrá ser infinito

 

Volaba al quererte,
pero vivir volando jamás podrá ser infinito.

Paraporfavor.

Estaba fuera de mí;
de mi cuerpo
y de mi ser,
pero aún así
sentí
el peso de tu carne,
y no era peso muerto sino
de alabastro
y hormigón.
Inspiré y expiré
tus respiraciones entrecortadas.
Miré
mi mano derecha
y la dejé muerta y apartada para no manchar(me)
con mi sangre tibia y viscosa.
Con mi otra mano
–con otra mano–
agarraba la puerta de un Volkswagen viejo
que te protegía
–que me desprotegía–
de la oscuridad
el frío
y la lluvia
de la noche,
pero no de mi oscuridad, mi frío y mi tormenta.

Paraporfavor

Cinco minutos más, por mí.
Cinco minutos más, por mí.
Minutos grabados
con mi propia sangre;
tibia y viscosa
que fluía de una
llaga
siempre abierta.

Olivia