Tuve un sueño

Tuve un sueño, un sueño de color rosa, todo era frescura, alegría y ganas de emprender un proyecto común en familia. Lo pequeño era grande para mí. Tocaba la luna, las estrellas, éstas iluminaban mi vida y mi entorno. Sentía arropo, confianza, soñaba la vida. Desperté sobre una nube de color gris, la cual sostenía mis impulsos y no me dejaba ver con claridad. ¿Podía dejar de soñar? Las nubes lloraban pero yo no me daba cuenta. Mi corazón se imponía a la razón; escuchaba la tormenta pero quizás pensaba que pronto pasaría; por ello, opté por imponer el silencio en mi vida. Un silencio oscuro, casi negro, que no me dejaba ver la salida. Un humo gris bloqueaba mi percepción y sólo me generaba dudas y confusión, distorsionando, por ende, mi concepto de amor. Me dediqué un periodo de reflexión.. Encontré un ángel, me acercó al sol. Me devolvió la luz, Me aclaró la vida, el corazón, me quité la venda de los ojos; entendí que puedo vivir soñando en una realidad de color morado, donde la fuerza y seguridad en mi misma rodea mi vida. Recuerdo, pero no miro hacia atrás, camino hacia adelante construyendo en igualdad y sorteando el viento frente a los días y barreras que empañan el progreso.

Literata