Torta de chocolate

Los pasos lentos retumbaron sobre el piso de madera. Lucy creyó que nunca la alcanzarían. Permaneció inmóvil con la espalda erguida pegada al ventanal. Fijó los ojos sobre el picaporte, mordió los labios con fuerza.
Lucy tuvo miedo. El picaporte giró, la puerta se abrió y por debajo, encima del piso, asomaron las botas. Ávidas se enfrentaron a los zapatos Guillermina.
Unas manos se deslizaron por las piernas de Lucy. Ella miró a través del cristal.
Después, las manos abandonaron el cuerpo y las botas se escaparon sigilosas. Lucy cayó al piso. Se arrastró hasta la cama. Lloró en silencio.
Una vez más pensó que, si contaba lo sucedido, nadie le creería. Entonces llamó a su abuela y le pidió una torta enorme de chocolate.

Chiqui